Todos los dolores de cabeza no son iguales, descubre las
causas más comunes que los desencadenan y cómo identificarlas.
MERCEDES
BENITO ALFONSO
El dolor de cabeza, conocido médicamente como cefalea, es
uno de los síntomas más comunes, y es que su aparición está relacionada con
múltiples causas desencadenantes. Casi no existe quien no lo haya padecido en
algún momento de su vida, pero no por ello deja de ser molesto para la persona
que lo sufre. Te explicamos algunas causas comunes para la aparición de la
cefalea, así como el tipo de dolor de cabeza que generan, pues no todos son
iguales. De este modo, te será más fácil descubrir la causa, para tratarla y/o
prevenir su aparición. No dejes que un dolor de cabeza te pare.
El
dolor de cabeza en la resaca
Denominamos resaca al cuadro de síntomas que aparecen a
las horas de haber ingerido demasiado alcohol. De entre todos los síntomas, el
dolor de cabeza quizás sea el más conocido y molesto de todos. Se trata de un
tipo de cefalea muy específico y claramente identificable. La persona que lo
sufre siente un dolor de cabeza de tipo palpitante, acompañado en ocasiones de
náuseas e incluso vómitos, y que empeora con el movimiento. La causa es el
consumo de alcohol, el cual provoca dilatación e irritación en los vasos
sanguíneos, produciendo así el dolor de cabeza. La ingesta de abundante líquido
(especialmente bebidas isotónicas) y fructosa conseguirá aminorar los efectos
del alcohol, así como tomar fruta, cereales y leche.
Conviene recordar que por mucho líquido que bebas no vas
a eliminar más rápidamente el alcohol de tu cuerpo, pero ayudará a hacerte
sentir mejor y a eliminar la sensación de sed causada por la pérdida de
vitamina B. Puedes tomar algún analgésico como el ibuprofeno, el paracetamol no
es tan recomendable debido a su efecto dañino sobre el hígado, igual que el
alcohol. Luego, un poco de ejercicio y una ducha o baño relajante. Lo más
importante, nada de alcohol. En contra de la creencia popular, el alcohol no
mejora la resaca, sino que la agrava al tratarse de la misma sustancia tóxica
que causó sus efectos.
La
fatiga ocular y la cefalea
Todos hemos sufrido alguna vez dolor de cabeza tras pasar
un tiempo trabajando delante de un ordenador o delante de unos libros. Esta
cefalea es causada por lo que se conoce como fatiga ocular. Normalmente la
fatiga visual aparece durante el esfuerzo mantenido sobre un objeto de cerca,
ya sea, televisión, ordenador, libros... Los dolores de cabeza por causa ocular
son muy definidos y los síntomas desaparecen si dejamos de forzar la vista y
descansamos los ojos. Este dolor de cabeza se suele localizar en la zona de los
ojos o la frente e irradiarse hacia atrás, y raramente se dan en un sólo lado
de la cabeza. Esta sensación de "pesadez" puede referirse a la zona
que rodea al globo ocular, al puente de le nariz o a la cuenca del ojo. Se
acompaña además de diversas sensaciones en los ojos y/o el área de alrededor.
En los ojos o los párpados se nota una presión, calor, hinchazón, y puede
surgir la necesidad de frotarse los ojos. Puede aparecer alivio al cerrar los
ojos.
Normalmente, este dolor está relacionado con la fijación
ocular cercana. Fijar durante mucho tiempo la vista sobre un objeto cercano
produce en nuestro ojo, el cual está diseñado para ver a distintas distancias a
la vez, un sobre esfuerzo para acomodar la vista. Para aliviar este síntoma,
ayuda considerablemente un poco de masaje en la zona dolorida y descansar la
vista. Prevenirlo es tan sencillo como realizar descansos periódicos, usar una
buena iluminación mientras trabajamos, una distancia adecuada y una correcta
postura. Si el problema persiste es posible que necesitemos graduarnos la
vista.
Un esfuerzo continuado del puede provocar cefalea
Un esfuerzo continuado del puede provocar cefalea
Cefalea relacionada con el estrés y la ansiedad
La relación entre el estrés prolongado como los episodios
de ansiedad y las cefaleas es frecuente. De hecho la ansiedad suele ser la
causa más común de migrañas y cefaleas. También puede ocurrir al contrario, que
el dolor sea la causa de elevados niveles de ansiedad. Se trata de una cefalea
de tipo tensional, provocada por contracciones musculares. Ocurre cuando los
músculos de la cabeza o del cuello se tensan o contraen demasiado. La ansiedad
produce una cantidad considerable de tensión en el cuerpo, por lo que puede
desencadenarla.
En este tipo de dolor de cabeza, el dolor suele ser sordo
y constante. Se siente como si algo nos estuviera apretando o comprimiendo la
frente, el cuello o ambos lados de la cabeza. El dolor de cabeza tensional no
suele provocar náuseas ni vómitos y no suele empeorar con la actividad física.
Son resistentes y difíciles de eliminar aunque se reduzcan las fuentes de
estrés. Algunos consejos paliativos pueden servir para reducir el número de episodios
y la intensidad son: cerrar los ojos y frotar las sienes durante unos minutos,
tomar una ducha tibia o recibir un masaje para aliviar la tensión muscular,
incidiendo especialmente en el cuello y la espalda. Además, resulta útil
aprender estrategias para la reducción de la ansiedad antes de que se
descontrole.
Cefalea por ejercicio físico
Es una cefalea que se desencadena por el esfuerzo físico
prolongado. No suele influir el tipo de ejercicio o esfuerzo físico, y tampoco
suele influir si la persona realiza ejercicio de forma habitual o no. Más
frecuente en varones, se trata de un dolor de cabeza de tipo bilateral opresivo
o pulsátil, y puede durar de 5 minutos a 24 horas. Presenta características
similares a la de la migraña, asociada con fotofobia, fonofobia, náuseas y
vómitos. Mejora de forma parcial al cesar el ejercicio, y para prevenirla es
fundamental hidratarse mientras se realiza la actividad, pues se cree que ésta
puede ser la razón por la cual el ejercicio puede desencadenar ataques de dolor
de cabeza. La ingesta de bebidas isotónicas ayuda a no perder excesiva agua y
electrolitos, como el sodio.
Cefalea
asociada a la actividad sexual
La actividad sexual de forma muy ocasional puede producir
cefaleas de inicio súbito y características explosivas. Su origen es similar al
que desencadena la cefalea por esfuerzo físico. La cefalea suele ser bilateral
o afectar a toda la cabeza, y puede ser: opresivo, punzante o pulsátil.
Ocasionalmente se acompaña de taquicardia, rubor facial, acaloramiento, náuseas
o mareos. La intensidad de la cefalea es variable y la duración puede oscilar
entre minutos y horas (generalmente 30-60 minutos).
Dentro de estas cefaleas coitales existen unas más
graves, relacionadas con sangrados intracraneales, el resto son absolutamente
benignas. Son cefaleas agudas, intensas, que aparecen durante el coito o
inmediatamente después del mismo. Son más frecuentes en varones, y pueden ser
debidas a una alteración de los mecanismos que controlan el dolor, como ocurre
en los migrañosos, o tener una causa psicológica o postural. Estas cefaleas
tienen buena respuesta al tratamiento.
Cefalea
relacionada con la alergia
Existen muchas personas cuyos dolores de cabeza son
causados o afectados por alergias respiratorias. Estos dolores de cabeza
empiezan, por lo general, en los conductos o senos nasales. El origen de las
mismas se explica porque la histamina, un producto químico de la rinitis
alérgica, origina también una dilatación de los vasos sanguíneos cefálicos que
produce la cefalea típica de la migraña. La alergia nasal evoluciona
frecuentemente con cefalea sinusal, tipo migraña, que se caracteriza por un
dolor pulsátil, generalmente ubicado en sólo uno de los lados de la cabeza
(unilateral) y asociado con hipersensibilidad a la luz y a los sonidos
intensos.
Estos síntomas frecuentemente coinciden con congestión y
obstrucción nasal, así como con presión en los puntos sinusales de la cara.
Para que el tratamiento tenga éxito es importante comenzar a tratar las
cefaleas desde el comienzo de los primeros síntomas.
Un ligero masaje puede aliviar ciertos dolores de cabeza
Un ligero masaje puede aliviar ciertos dolores de cabeza
Trastornos del sueño y dolores de cabeza
El sueño es fundamental en nuestra vida diaria, lo
utilizamos como medio para recuperar la energía perdida a lo largo del día. Por
ello, los especialistas sostienen que la falta de sueño, y por tanto el
descanso inadecuado, disponen una incidencia directa en el sistema nervioso, lo
que puede generar numerosos dolores de cabeza. Las alteraciones del sueño
pueden dar lugar a un tipo de cefalea bilateral, de intensidad moderada y que
suele durar entre 30 minutos y 3 horas. No suele acompañarse de otras
manifestaciones clínicas ni de síntomas. Un buen descanso y una correcta
higiene del sueño suelen ser suficientes para hacer desaparecer la cefalea.
Cefalea
y el ciclo menstrual
La mitad de las mujeres con migrañas reconocen una
relación entre sus cefalas y el ciclo menstrual. Suelen aparecer las cefaleas
unos días antes, durante o poco después de la menstruación. Se cree que el
dolor de cabeza en este caso está relacionado con el descenso de los niveles de
estrógenos que se produce antes de la menstruación. Es una cefalea que dura de
4 a 72 horas, que presenta un dolor moderado y de características pulsátiles.
En ocasiones se asocia con náuseas y vómitos e intolerancia al ruido o a la
luz.
Cefalea
ligada a alimentos
Existen sustancias químicas contenidas en algunos
alimentos que pueden desencadenar dolores de cabeza, sobre todo en personas
propensas. Algunas son:
- Perritos calientes, debido a los nitritos que contienen
los conservantes de las salchichas y embutidos.
- Comida china, inducida por el glutamato monosódico
utilizado en la salsa de soja y otros condimentos de la cocina oriental. En
estos casos, además de la cefalea puede aparecer dolor en el pecho,
enrojecimiento facial, vómitos y diarrea.
- Chocolate, vino tinto o queso curado, alimentos que
contienen una sustancia denominada tiramina, capaz de desencadenar cefaleas por
mecanismo vascular.